Mitos y leyendas de los productos milagros del verano

Se acerca la época en la que hacemos grandes inversiones en productos milagros, año tras año sin aprender la lección y con dietas restrictivas que lo único que consiguen es dañar nuestro organismo y caer en depresión tras recibir de vuelta el efecto yo-yo.

Llegamos incluso a consumir productos comprados por Internet sin ningún aval científico o seguridad sanitaria, no nos importa la salud, tan sólo los resultados fáciles y rápidos, pero con estos productos no conseguiremos ni eso, tan sólo efectos perjudiciales para la salud y a alto coste económico.

Ante todo hay que decir de forma directa, alta y clara; que no existen los productos milagros, ni que te rebajen kilos de forma milagrosa, la mayoría ni siquiera tienen un efecto minimamente beneficioso.

Una vez entendido este importante concepto, vamos a separar si la necesidad va por un enfoque más bien estético o por motivos de salud.

Si tratamos el primer enfoque (el estético); la típica sensación de malestar por esos pocos kilitos de más o esas partes más flácidas de la cuenta, el primer compromiso que debemos tener en cuenta y de forma irrevocable, es el ejercicio, ya le puedes dar muchas vueltas, tomar pastillas, echarte cremas y demás cuentos chinos, que lo único realmente comprobado y testado, es la efectividad del ejercicio.

Es lo que consigue penetrar de manera directa y prolongada en nuestro cuerpo, otorgando cambios notorios y saludables, una acción con efecto visible y verdadero.

Si a ésto, le queremos añadir algunos complementos, tales como; reafirmantes, hidratantes etc, ayudaran a la apariencia de nuestra piel sin duda, pero recordando que no consiguen penetrar de igual modo que el ejercicio.

Todo estos temas siempre es mejor tratarlos de forma pausada y dándole a cada asunto la importancia que necesita, iremos desglosando temas a lo largo de los días, tratando el ejercicio (con los conocimientos de un preparador físico), las dietas, los complementos y demás por separado.

Y en el segundo caso; cuando esa obesidad ya entrama un problema grave de salud, la primera y única opción viable, es acudir a tu médico y que te designe a un especialista para que trate tu caso de forma personalizada y sin riesgos para tu persona. Es la única persona que puede aconsejarte lo más indicado para tu problema y por desgracia a la última a la que solemos acudir.

Como ya he indicado antes, ésto es una mera introducción para poder tratar el asunto con más detenimiento. Iremos viendo como no es necesario dejarse el bolsillo en "productos milagro" y lo que necesitamos para conseguir lo que queremos, está en nosotros mism@s!!! y un pelín de ayuda extra ;)